miércoles, 22 de octubre de 2008
[ escapar ]
Tratando de escribir sentimientos, palabras simples con argumento, quizás de un alma que explora un nuevo día a través de la aurora. La mañana florecida, una senda de pequeñas amapolas dibujadas en la mente de la autora.
Tan hermoso paisaje, inspira al sueño y al artista, que toma acuarelas dibujando utopías.
Los sueños que deambulan pesados inquietando al corazón, suelen ser necesarios para poder escapar de infinitos caminos, autopistas congestionadas con cautelosos imprevistos. Miles de amapolas conservan artista y autora en el infortunio del despertar,
y en las recurrentes noches atestadas de soledad, de incompleta tranquilidad…
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