domingo, 8 de marzo de 2009

[guerra sin excusas]


Se seca inevitable por la prisa destemplada de los actos, como cause molido por el desierto que avanza interno, como saliente desmoronada por el viento de mi infierno lustre de sudor carcome la manchada relación del tiempo como base , como sustento nexo y se pierde
Se perdió.
Puede que retenga en cada impresión un origen, intención, un desquicio , el intento de honestidad de estos hombres que soy de canto en un estante. Después de un minúsculo suspiro de mil crepúsculos, discutir las voces, mediar las almas y vender el brillo de dos sonetos entremezclados en la saliva y en el alimento mismo de un adiós.
Esa pequeña víspera se nubla por el vicio y la repetición imposible. El arte se me aleja y yo de él

No taladrar el pequeño espasmo, violento violeta atardecer de mis palabras en los tonos, en las ganas, en la verdad sentida ciega. Solo permanezco ante mí y ante dios como esclava de mi convicción última que me ancla, varada en un silencio de pies frenado en mi andar tormentoso a la vera eterna, parecer.

Yo que calmo he visto la cabeza del diablo. Yo que sin prisa he gritado en el nombre he elegido ser parte de este sendero. Yo me inclino ante el sol de aguas que mecen al mundo en mi aliento vital, guerrera sin excusas.

No hay comentarios: