Despierto y la calle arrulló mi ensueño, entre hojas me levanté y levité entre la niebla, mis manos secaron mis lágrimas. el refugio para los viajantes estaba libre y entre persianas de color azul me perdí en la inmensidad, caminé y me volví a dormir... alguien pronunció mi nombre...
descubrí tu figura. sin temor, sostuve tu mano y la niebla levito, un cálido viaje hacia el propio descubrimiento del alma... seamos un solo cuerpo, protegiendo nuestra integridad ante adversidades continuemos explorando la vida, venciendo al tiempo y adorando la plenitud, sé mi techo sólido, tu ave dorada esta aquí.
uno, dos. y dos. son uno.
domingo, 1 de marzo de 2009
°° [ apacible ] °°
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