martes, 4 de noviembre de 2008

[ tu, fantasma ]


Desgarbado, desarmado, desorientado, aturdido, ensordecido, desatendido, alarmado, ensombrecido, necesitado, tan hombre, tan niño, desordenado, renegado, desalmado… tu. El llamado hacia la nada y en respuesta tu silencio. Pero la respuesta nunca es suficiente, aunque este llena de palabras. Palabras vacías y mudas, casi entorpecedoras, molestas e indirectas. Me muerdo los dedos y los mastico y no los trago, pero los mastico, me los arranco. Para arrancarme el impulso instintivo de llamarte, de no llamarte. Esa necesidad vacía de escucharte, de sentirte otra vez , estoy aburrida de ti, aburrida de tu ausencia, de tu presencia que no se agota, que no se va , que no se queda, no como yo quisiera. Y me hace bien pensar que todavía estas a tiempo de volver. Y me lastima saber que no vas a llegar, ya no. Porque la espera innecesaria, porque la espera no se acaba, nunca se acaba, y repito, y me repito, el mismo dolor, añejado, desabrido, agujereado. Pero con ese plus de placer intermitente que se me pega en las manos y me chorrea los ojos. Ese plus tan masoquista, tan obsecuente con mi historia, con mi vida. Con la vida y la muerte, la destrucción inevitable. Y me afloran las palabras y no tengo dedos para escribir. Porque todavía los sigo masticando para no volver a caer en ti. Y yo elijo este vacío, elijo el silencio, esta espera inagotable, inaguantable de ratos y se que te da lo mismo, que te piense o que no te piense, pero igual te pienso. Y es mi elección, es lo que mas me acerca a lo que creí ver en ti, un fantasma, un suspiro transparente, eres el fantasma materializado o una nube arrastrada por el viento, a alguna parte, a algún puerto, a otro cielo pero no al mío.. ya no y no se porque te espero si se que no vas a llamar. Si se que estas a miles de millones de años luz. De mi , de mis sentimientos y a la vez tan cerca … que me genera impotencia, bronca, rabia, lastima, idiotez. Pero otra vez las ganas de escucharte, decirme palabras vacías de verdades, mentiras a medias o verdades disfrazadas… y para mi ya no tiene sentido, no significa nada tu realidad, tu “yo” real. Porque para mi eres el que siempre iba a soñar que este con un vestido floreado corriendo por algún lado y probablemente, yo sea eso para ti , y no una realidad. Porque no pudiste soportar mi verdadero yo. Y no te culpo, pero tampoco te perdono. Tu eres así, efímero y pasajero, superficial y a la vez profundo, real y fantasmatico. Presencia y ausencia al mismo tiempo. Tu y silencios, carne y alma, arena y agua, viento y fuego. Una mezcla de elementos. Toxica, explosiva casi adictiva. Al menos para mi. Y se me va a pasar. Y tal vez es contra eso con lo que estoy luchando. No quiero resignarte, no quiero olvidarte. No quiero acostúmbrame a tu lejanía. A tu desaparición, porque te quise, no se que pero te quise. Porque te quiero no se que pero te quiero. Porque te espero, no se porque, pero te espero. Porque te creí, porque yo se que hubo verdad, en tus palabras hubo mucha verdad, y tal vez hubo decepción, en la mirada, en la piel, en los besos. Y tus besos, que son fantasmas, que son espinas, que son llagas doloridas, sangrantes y desafiantes. Por eso aguanto. Por eso espero, por eso desespero. Por tu fantasma, por mi realidad, aguanto una vez más…

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