Revuelvo la espina acomodando mi cuerpo en el sillón, como si pudiera calmar este dolor que no duele pero pesa, así descarnándome, carnero me dijo, pero basta una gota si fuera posible, una gota de aire recorre el iris bajo el parpado que parece un tapete de látex, y puedo estar un poco nervioso, el humo me cierra los ojos, como si esto pasara por una posición mal planteada de mi columna, no puedo reírme, todavía no es tiempo, pero nunca se sabe, puedo intentarlo.
Nublada noche de mover telones celestes de este granizo que me da una lengua atajo el estomago, parasitando en el tiempo una idea robada a mi mismo. Entonces quiero despedazarme lo que brilla verde y nacer correas vigiladas , una marca en mi muñeca derecha estúpidos canarios, malditos adultos de la indignidad.
Si miraras mi espejo en este estar de espalda a la nada, notarias sin ver , estrellas que vienen a lo lejos, estrellas que podrías devorar…
Pero no aguantaste tu peso sobre mi, y una mentira te confunde, sin sonidos del habla, ni palabras ni números, ni cuerpo, como mierda quieres que nos comuniquemos?
Entonces otra parada se desmorona quieta de esperar, ya no te espero, porque te he visto morirme con los años de robles en escaleras pulcras de familias de bien, estoy así, en un desesperado esperar tranquilo, con todos los dedos fríos de golpear plásticos, sin bicicleta, sin una terraza, sin un aren y con el termo roto, podría ser de otra forma?
Y como nada puede parecerte suficiente, todo insuficiente, todo sin definir color, porque no nos ponemos de acuerdo, porque no he tenido la suerte de ser un esterilizado mas de esta ciudad de ambos gastados y sonrisas cuélgate, desisto por mi salud, que se acaba con los segundos, con cada tecla deshonesta de estas que me haces teclear, cuando tecleo sola entre vientos frescos de tabacos podridos de quejarse, miradas radiantes de un poder dormido, pero aun conservo esta voz, esta que convence eruditos, pobres necios e hipócritas, y yo la mas andrajosa de estarse tan quieta , he aprendido a mirarlos de cerca, con los ojos semiabiertos, parpadeando aire que se escapa, como tu, de la vida calurosa de mi piel, sobre mi vientre, que alguna vez fue el tuyo, desesperado de gotas que también se escapan, en un rato mas después de leer esto, de nuestro propio, enfermo y herido recuerdo de estarse así, quietita, en paradas de colectivos, a las 3 de la mañana, como hace tiempo pero a la vez fue poco, ha sido poco, porque un hombre nunca entiende que una mujer… ja! Prefiero escuchar gemir las bisagras del cementerio abriéndose, escurriendo vinagre de mis palabras despechadas, antes que ese reflote de descomposturas añejas, esas flacas y escuálidas criaturas que te invaden las noches, en malhumores que me aprietan de afuera hacia adentro, moqueando resentimientos, gritos callejeros, pero yo soy una infante despreocupada, que no piensa todas las noches en como salvarte, que no mide el aire que respira por si se te acaba, que no alimenta el mar de tus putos delirantes peces a base de lagrimas de sal.
Parece todo en vano. Lilas que aplastan el sueño de la tierra, vertiendo tanto dolor en un dos de copas que se parte de copas vacías de polillas rojas que se comen el polvo de mi sangre. Vas a remover todo el fango del mundo pantanoso, entre sombras viejas, desapareciendo del cosmos me saboteo la maldad, resulte aburrido en este paraíso de ángeles energéticos y cosméticos, es verdad no tengo nada.
Nublada noche de mover telones celestes de este granizo que me da una lengua atajo el estomago, parasitando en el tiempo una idea robada a mi mismo. Entonces quiero despedazarme lo que brilla verde y nacer correas vigiladas , una marca en mi muñeca derecha estúpidos canarios, malditos adultos de la indignidad.
Si miraras mi espejo en este estar de espalda a la nada, notarias sin ver , estrellas que vienen a lo lejos, estrellas que podrías devorar…
Pero no aguantaste tu peso sobre mi, y una mentira te confunde, sin sonidos del habla, ni palabras ni números, ni cuerpo, como mierda quieres que nos comuniquemos?
Entonces otra parada se desmorona quieta de esperar, ya no te espero, porque te he visto morirme con los años de robles en escaleras pulcras de familias de bien, estoy así, en un desesperado esperar tranquilo, con todos los dedos fríos de golpear plásticos, sin bicicleta, sin una terraza, sin un aren y con el termo roto, podría ser de otra forma?
Y como nada puede parecerte suficiente, todo insuficiente, todo sin definir color, porque no nos ponemos de acuerdo, porque no he tenido la suerte de ser un esterilizado mas de esta ciudad de ambos gastados y sonrisas cuélgate, desisto por mi salud, que se acaba con los segundos, con cada tecla deshonesta de estas que me haces teclear, cuando tecleo sola entre vientos frescos de tabacos podridos de quejarse, miradas radiantes de un poder dormido, pero aun conservo esta voz, esta que convence eruditos, pobres necios e hipócritas, y yo la mas andrajosa de estarse tan quieta , he aprendido a mirarlos de cerca, con los ojos semiabiertos, parpadeando aire que se escapa, como tu, de la vida calurosa de mi piel, sobre mi vientre, que alguna vez fue el tuyo, desesperado de gotas que también se escapan, en un rato mas después de leer esto, de nuestro propio, enfermo y herido recuerdo de estarse así, quietita, en paradas de colectivos, a las 3 de la mañana, como hace tiempo pero a la vez fue poco, ha sido poco, porque un hombre nunca entiende que una mujer… ja! Prefiero escuchar gemir las bisagras del cementerio abriéndose, escurriendo vinagre de mis palabras despechadas, antes que ese reflote de descomposturas añejas, esas flacas y escuálidas criaturas que te invaden las noches, en malhumores que me aprietan de afuera hacia adentro, moqueando resentimientos, gritos callejeros, pero yo soy una infante despreocupada, que no piensa todas las noches en como salvarte, que no mide el aire que respira por si se te acaba, que no alimenta el mar de tus putos delirantes peces a base de lagrimas de sal.
Parece todo en vano. Lilas que aplastan el sueño de la tierra, vertiendo tanto dolor en un dos de copas que se parte de copas vacías de polillas rojas que se comen el polvo de mi sangre. Vas a remover todo el fango del mundo pantanoso, entre sombras viejas, desapareciendo del cosmos me saboteo la maldad, resulte aburrido en este paraíso de ángeles energéticos y cosméticos, es verdad no tengo nada.
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